Desafío de Consumo
Cada día, 94% de Americanos (adultos y niños) comen meriendas. Se que soy uno de los 94% de esas personas que comen meriendas, porque yo como meriendas cada vez que puedo. Todas las personas que yo se en Zeeland pueden comer meriendas. Todos nosotros comemos cuando queremos porque sabemos que vamos a poder otra vez más tarde. Así que comemos y comemos y comemos. Pero mientras que nosotros comemos cuando queremos hay personas en otros países e incluso en nuestro país que solo tienen dinero para desayuno, almuerzo, y la cena. Incluso ni pueden comprar meriendas así que yo decidí hacer un cambio para sentir cómo las personas que no tienen meriendas sienten. Yo sabía a alguien en Holland que no tuvo casa ni mucha comida y eso fue parte de mi decisión porque yo no comí meriendas. Yo quise ver cómo sentía no poder tener meriendas. Yo decidí no comer meriendas por una semana. Yo no sabía si iba a ser difícil o no pero lo hice. Y fue muy difícil. Mucho mas difícil que crei que iba a ser.
Así que empecé a no comer meriendas por una semana. Cada vez que comía meriendas mi familia, yo no pude. Fue muy difícil y casi no lo podía soportar. Cuando fui a la escuela y vi a personas comiendo meriendas, no podía comerlos. Cuando fui a mi casa y vi a personas comiendo meriendas, no pude comerlos. Una vez mi abuela me traía dulces pero no pude comerlos y tuve que explicar a ella que no pude comer meriendas. Era muy difícil recordar que no pude comer meriendas. Pero cada vez que yo quería hacer trampa, recordé todas las personas que nunca pueden tener meriendas y di gracias a Dios por darme todo esta comida. Tomaba mucho poder no comer meriendas pero yo estoy seguro de que Dios me ayudó con eso. Siempre tenía que estar en mi guardia para que no accidentalmente comiera meriendas. Fue una semana muy difícil pero Dios me ayudó a conquistarlo.
Ese desafío fue muy difícil para mí. Cada vez que camine por mi casa yo normalmente pararía y comiera algo. Pero ahora cada vez que caminara por mi casa y fui al centro de Zeeland, yo tuve que tener cuidado por no comer meriendas en accidente. Yo pensé mucho en esa semana acerca de cuanto nosotros Americanos comemos. Realmente impactó a mi familia también, porque ellos comieron muchas meriendas pero trataron de no comer tantos y sentir como yo sentía y cómo las personas en otros países sienten. Yo también creo que esto puede tener un impacto muy muy grande que afectaría a todos en nuestro país pero también en el mundo. Si los Americanos podrían cortar en medio cuántas meriendas comemos cada día, podríamos dar la comida que no comemos en los países que necesitan la comida más que nosotros y también afectaría a las generaciones futuras porque todos tendrán comida para comer y podrían tener vidas mejores. Pero todo eso empieza con nosotros aquí en los E.E.U.U. Este desafío de consumo me afectó mucho y ahora en adelante yo voy a tratar de no comer tantas meriendas y cuánto realmente como meriendas voy a dar gracias a Dios por darme estas meriendas.
El desafío de consumo me ayudó mucho porque yo creo que nunca habría cambiado mis patrones normales si no fuese por el desafío de consumo. Antes de eso no me importaba para nada cuántas meriendas comía y cuando comida comí cada día. Yo solo comí cuando quise comer y eso fue eso. Pero ahora, después del desafío de consumo he cambiado cuantas meriendas comí y se que ha terminado pero yo voy a tratar de bajar ese número de meriendas que como para que hay comida para otras personas que lo necesitan más que mí. Ahora yo veo cuanta comida los Estados Unidos comen y veo que es demasiado y que debemos tratar de bajar ese número. Sé que voy a comer meriendas pero yo todavía voy a tratar de bajar cuantas meriendas como cada día porque sé que como demasiado. El desafío de consumo me ayudó mucho porque ahora yo estoy consciente de cuántas meriendas comen los Estados Unidos, y sé que es demasiado, y sé que necesitamos tener un cambio en eso porque no sólo ayudaría a nosotros pero también ayudará a otros países porque ellos tendrán más comida. Yo tengo muchas gracias que hice el desafío de consumo porque me ayudó muchísimo.